En la realidad no hay adjetivos
ni conjunciones ni preposiciones
¿quién ha visto jamás una Y
fuera de la Gramática de Bello?
en la realidad hay sólo acciones y cosas
un hombre bailando con una mujer
una mujer amamantando a su nene
un funeral – un árbol- una vaca
la interjección la pone el sujeto
el adverbio lo pone el profesor
y el verbo ser es una alucinación del filósofo.
NICANOR PARRA
Hace unos días una antigua alumna me recordó que a la pregunta que me hicieron en clase el año pasado de «¿Para qué nos va a servir la sintaxis?» les respondí que no les serviria para nada, que sólo estaba para pasar con mejor o peor calificación la selectividad.
Y todavía hoy me reafirmo. Esta semana hemos empezado a ver cuestiones literarias en bachillerato. Salvo contadas excepciones de alumnos que tienen cierta sensibilidad, ni en los grupos de ciencias, ni en los de letras hay una necesidad de estudiar sobre La Celestina, el Quijote o Garcilaso de la Vega. Creo que el circo se montó mal desde el principio. Lengua y literatura, aunque parezcan que tienen que ir unidas son realidades muy diferentes, y juntarlas en una única materia de estudio da resultados erróneos. Sin ir más lejos, esta semana les pedí a mis alumnos que, después de dos años de dar historia de la literatura en ESO me definieran «literatura». Muchas de las definiciones empezaban con «Es una parte de la lengua» o similares.
La verdad es que añoro los tiempos del BUP y COU, cuando las materias estaban separadas, cuando antes de elegir nuestro futuro ya habíamos dado obligatoriamente todas las materias, a modo de introducción, no optativamente, como pasa hoy en día con el latín.
Pero volvamos al tema de la sintaxis. Si los grandes pensadores de la normativa educativa pensasen en la utilidad de la sintaxis dirían que nos hace hablar mejor, construir mensajes con corección sintáctica, que nos hace reflexionar sobre las estructuras de nuestra lengua, que mejoran nuestra capacidad de razonamiento, etc. La cruda realidad se aparta de la mayoría de estas positivas utilidades.
Nosotros ya tenemos, como hablantes de la lengua, interiorizadas esas estructuras, sabemos que con cierto verbo deberá ir un suplemento, o que con este otro no pondré un complemento directo. En definitiva, la única utilidad que ven los chavales, y en gran parte la comparto, es que sirve para aprobar selectividad.
Pienso que deberíamos abordar la materia de lengua con otra perspectiva. El propósito final de la materia es que los alumnos sean competentes lingüísticamente y comunicativamente. Que sean capaces de expresarse en todos los contextos que les ofrece nuestra lengua, desde el más barriobajero hasta el contexto jurídico, o artístico. Y para ello la sintaxis ayuda, pero no es tan necesaria como para que cuente un 30% de la nota de la asignatura en selectividad.
Pienso que la literatura es una materia digna, que no consiste en estudiar fechas, características y nombres de autores y obras, sino en LEER, desde las novelas más actuales hasta las obras cumbre de nuestra literatura. Que con tres horas semanales que se dedica a una materia, compartida con lengua, es imposible trabajarla como se merece.
Así que bienvenidos están a opinar. Ojalá llegase esto a algún jerifalte político y reflexionara sobre el asunto como sí lo hacemos los que trabajamos todos los días estas materias con los alumnos